Aumentan los casos de manera alarmante
La variante ómicron supuso un gran revuelo desde el primer momento en el que se anunció que acumulaba una gran cantidad de mutaciones que se centraban, esencialmente, en la zona de reconocimiento entre la proteína S del virus y la proteína ACE2 de las células humanas.
Solo ese dato y el hecho de haber sido secuenciada ya indicaba que se estaba imponiendo a las demás variantes.
El revuelo político y mediático inicial no respondía a una mayor gravedad en los síntomas sino a su mayor capacidad de infección.
Pero, como ha ocurrido con otras variantes precedentes, cuando se detecta una nueva variante es porque ya está circulando entre la población.
Por eso, todas las precauciones de los gobiernos cerrando fronteras no han servido para nada. Ahora, en todos los países, la variante ómicron se está imponiendo a las variantes anteriores incluyendo la delta.
Es esta mayor infectividad, tan alta como la del sarampión, la que la hace más preocupante que las demás variantes.
¿Cuál es la capacidad infectiva de la variante ómicron?
Para determinar la capacidad de dispersión de un organismo patogénico se aplica un parámetro conocido como número básico o tasa básica de reproducción (R₀).
No es otra cosa que el promedio de casos nuevos que genera un caso positivo a lo largo de un periodo de infección. Por ejemplo, si un patógeno tiene un R₀ de 2 quiere decir que una persona contagiada va a contagiar de promedio a otras dos.
Y eso ya provoca que el número de contagiados aumente de forma exponencial.
El parámetro R₀ es inherente a los virus, pero puede variar según las condiciones y depende directamente del número de contactos.
En casos de pandemia, es esencial disminuir el R₀ mediante medidas de confinamiento o cuarentena para evitar que una persona contagiada pueda contagiar a otras. Solo de esta manera se reduce el R₀.
Así, si el R₀ alcanza un valor por debajo de 1, el patógeno va desapareciendo con el tiempo. Por el contrario, si es superior, el contagio se incrementa.
Entre los patógenos más contagiosos encontramos el virus del sarampión, que se transmite de manera aérea y cuyo R₀ está entre 12 y 18.
Por debajo están la tosferina, con una R₀ de 12 a 17; la difteria, de 6 a 7; la viruela, la polio y la rubéola, con una R₀ de 5 a 7.
Curiosamente, aunque son patógenos muy contagiosos, todos ellos han sido controlados gracias a las vacunas. Para todos ellos, excepto la viruela que ha sido erradicada, tenemos vacunas dentro del calendario oficial que se inyectan en los primeros años de vida.
Es decir, pese a su alta capacidad de contagio, estos patógenos ya no nos producen enfermedades, salvo brotes ocurridos especialmente en grupos no vacunados, porque se está inmunizando desde la infancia.
Mecanismo de infección similar, vías aéreas
Otro de los aspectos importantes es que ambos virus, el sarampión y el coronavirus, utilizan la misma vía de contagio: el aire.
Pese a los primeros titubeos sobre su mecanismo de contagio, ya está claro que el SARS-CoV-2 se transmite principalmente mediante aerosoles. Y ese es también otro factor importante para su dispersión.
Aunque existen otros virus como el VIH (4,2 a 10,6), la hepatitis C (2,1 a 3,9) y el ébola (1,2 a 1,9) que tienen R₀ preocupantes, su mecanismo de transmisión es fácilmente controlable.
Pero en el caso de un virus de transmisión aérea, con una alta R₀ y con un largo periodo presintomático, los contactos son casi imposibles de evitar.
Condiciones nuevas, soluciones nuevas
Los virus evolucionan, especialmente si han conseguido infectar un huésped nuevo.
Las condiciones iniciales de la pandemia requerían medidas drásticas para evitar los contagios masivos y el colapso de los sistemas sanitarios. Sin antivirales, sin terapias eficientes, sin protocolos clínicos contrastados y sin vacunas, todos estábamos a merced del virus.
Ahora la mayoría de la población se encuentra vacunada con la pauta completa y su sistema inmunitario contiene células memoria preparadas para detectar y activarse rápidamente, más aún si se refuerza su capacidad con una tercera dosis.
Tan solo un bajo porcentaje de personas con inmunidad deficiente y el bajo porcentaje de personas no vacunadas se encuentran en verdadero peligro.
En Ossis Centro Médico, les recomendamos seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias, gubernamentales y de protección civil para ayudar a que esta pandemia reduzca su fuerza y entre todos podamos salir adelante de esta contingencia que sigue afectando al destino y al mundo entero.