Las enfermedades reumatológicas afectan a uno de cada cuatro adultos en México. Son la segunda causa de consulta, tras las infecciones respiratorias agudas y la primera causa de incapacidad. Además, las enfermedades del aparato locomotor son las que más deterioran la calidad de vida de las personas por encima de las enfermedades de pulmón y corazón.
Las enfermedades musculoesqueléticas afectan a huesos, músculos y articulaciones, así como a los tejidos que los rodean, pudiendo producir dolor, inflamación, rigidez, limitación de movimiento y deformidad.
Por otro lado, las enfermedades autoinmunes sistémicas (lupus, síndrome de Sjögren, esclerodermia o la dermatomiosotis) pueden afectar a cualquier órgano del cuerpo, como los riñones, el pulmón, la piel, el corazón o el cerebro. Estas enfermedades suelen ser crónicas, por lo que precisan de seguimiento por el reumatólogo a lo largo de toda la vida.
¿Las patologías reumatológicas más comunes?
Artritis
Inflamación de las articulaciones (artritis reumatoide, espondilitis), infecciosa (tuberculosa) o metabólica (gota). Cada tipo de artritis afecta a diferentes articulaciones:
• Reumatoide: afecta a manos, pies y rodillas
• Espondilitis: a la columna
• Infecciosas: a rodillas, caderas y muñecas.
Los síntomas que producen estas dolencias son dolor, incluso en reposo, hinchazón, incapacidad funcional y a veces enrojecimiento cutáneo y calor. El diagnóstico se efectúa a través de una exploración física, análisis del líquido sinovial, análisis de sangre (factor reumatoide, anticuerpos antinucleares) y radiografías.
Su tratamiento farmacológico es eficaz para frenar su progresión, con antiinflamatorios y corticoides, si es artritis infecciosa se trata con antibióticos.
Artrosis
Es la degeneración del cartílago que permite el movimiento de las articulaciones. Esto significa que al perder elasticidad, integridad y consistencia, sus funciones se van deteriorando.
La artrosis se localiza en cualquier articulación con cartílago. Las más frecuentes son rodillas, caderas, columna y dedos de las manos. Los síntomas derivados de esta se representan en dolor al mover la articulación, ocasionalmente puede producir hinchazón de las articulaciones y cuando está avanzada, incapacidad funcional.
El diagnóstico se inicia con una serie de preguntas al paciente, exploración de las articulaciones y radiografías. Otras herramientas utilizadas son el escáner y la resonancia magnética, que permiten observar ciertas articulaciones sin intervención.
Lamentablemente, a día de hoy no existe tratamiento curativo, existen medidas para frenar su progresión y medicamentos que mejoran los síntomas. En casos graves la operación entra dentro de las posibilidades de curación.
Lumbago
Dolor en la parte inferior de la columna que puede tener múltiples causas, entre estas encontramos a la artrosis, lesiones de ligamentos, contracturas musculares o hernias de disco.Además la lumbalgia es una patología que padecemos al ser bípedos.
Los síntomas del lumbago agudo se aparecen con dolor brusco (muy fuerte). Por suerte este remite en una semana aproximadamente, por el contrario, el crónico tiene una vida de más de 3 meses y suele comenzar con un chasquido a causa de un esfuerzo físico. El diagnóstico se basa en la historia clínica que del paciente. Las radiografías en este caso ayudan poco por lo que la resonancia magnética y el TAC son más efectivos ya que ofrecen datos de una hernia de disco y otras causas de lumbago poco evidentes.
El lumbago crónico en ocasiones puede ser operado, si no es posible, lo más recomendable, para todos los tipos de lumbalgia es, reposo, analgésicos y ejercicio. Estos ayudará en distintas etapas del tratamiento así como en el día a día del paciente.
Ciática
La ciática es un dolor resultado de la compresión del nervio ciático en la columna lumbar. Su origen puede ser debido a diferentes tipos de enfermedades (artrosis, hernias de disco). El dolor se localiza en la parte posterior de los muslos llegando hasta la rodilla o incluso más abajo, normalmente afecta a una sola pierna.
Además puede haber una sensación de hormigueos y pérdida de fuerza en distintos puntos de la pierna. El especialista diagnostica, en forma de interrogatorio y una exploración física del paciente que requiere de pruebas de fuerza, sensibilidad y reflejos de las piernas. En casos excepcionales se utilizan herramientas como las radiografías o TAC para aclarar la causa.
El tratamiento a seguir, suele ser reposo, calor local, relajantes musculares, analgésicos o antiinflamatorios y consejos posturales. Puede que haya casos que precisan una faja o corsé y otros tipos de ciática necesiten cirugía (hernia de disco).
Osteoporosis
La osteoporosis es la descalcificación y pérdida de densidad en los huesos, lo que lo vuelven más frágiles. Aunque hay que decir que la pérdida de masa ósea es un factor común en todos los huesos, en la osteoporosis las fracturas óseas son más frecuentes y las microfracturas en las vértebras inclinan el tronco haciendo que perdamos altura. A esto se le suele añadir algunas deformidades de la columna.
Para poder hacer un diagnóstico las radiografías son útiles ya que identifican la pérdida de masa ósea aunque de forma inexacta. Otras técnicas más exactas, que se conocen genéricamente por densitometría, miden la cantidad de tejido óseo mineralizado.
El tratamiento es preventivo ya que desde la juventud se adopta, tomando las cantidades adecuadas de calcio y vitamina D. Además evitar el alcohol y el tabaco, también es un tratamiento preventivo. Si por el contrario ya se padece de osteoporosis, los tratamientos recetados son los estrógenos, el calcio y la vitamina D.
Los tratamientos que existen para las patologías reumatológicas
Analgésicos para patologías reumatológicas
Un tratamiento fundamentalmente orientado a disminuir o eliminar el de dolor. Incluyen una gran cantidad de familias de fármacos que se categorizan por: vía de administración, por mecanismo de acción y capacidad de aliviar dolores de distinta intensidad (potencia analgésica).
Antiinflamatorios para patologías reumatológicas
Son un tipo de analgésicos que ayudan a combatir los dolores mediante los procesos inflamatorios. Bajo prescripción médica, aunque hay excepciones. Su uso es relativamente frecuente en afecciones reumáticas.
Aunque están muy extendidos y sean de uso habitual, conviene prestar atención a las recomendaciones de administración realizadas por el médico, dado que estos medicamentos no están exentos de efectos secundarios
Corticoides para patologías reumatológicas
Los corticoides pertenecen a la familia de los antiinflamatorios, denominados esteroideos. Es una de las herramientas más potentes en el control de la inflamación y son de prescripción relativamente frecuente en pacientes con enfermedades reumatológicas inflamatorias incluso las autoinmunes.
Fármacos modificadores de la enfermedad (Fame) para patologías reumatológicas
Se usa en pacientes con enfermedades inflamatorias autoinmunes como la artritis psoriásica, artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y las espondiloartritis, entre otros.
Estos medicamentos tienen por finalidad normalizar las funciones del sistema inmune que se ven alteradas dichas enfermedades. Estos se producen por medio de mecanismos de inmunomodulación que se ejercen sobre los procesos efectores del sistema inmune.
Terapias dirigidas para patologías reumatológicas
Las terapias dirigidas son un grupo de fármacos relativamente nuevos que se utilizan para el tratamiento de las enfermedades reumatológicas inflamatorias y metabólicas óseas de etiología autoinmune.
Estos fármacos actúan como los FAMEs atenuando sobre la respuesta inmune e inflamatoria del sistema inmunológico, provocando una inmunomodulación de carácter más intenso actuando sobre mecanismos tanto efectores como reguladores.
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